Puedes contar conmigo (You can count on me), 2000

Filmaffinity (6,9)

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En estos tiempos que corren, nos hemos acostumbrado a consumir cine sin mesura y algunas veces sin importarnos la calidad de lo que vemos. Sin embargo, en ocasiones encontramos obras que nos hacen parar, sentarnos un momento a reflexionar y ver las cosas de otra manera, este es el caso de la película que os traigo hoy: Puedes contar conmigo.

Kenneth Lonergan, director de la galardonada Manchester junto al mar, nos trajo 16 años antes esta gran película que pasó totalmente desapercibida el tiempo la acabará poniendo en el lugar que se merece. Tengo que reconocer que la acabo de descubrir y que no puedo dejar pasar la ocasión de invitaros a verla también. 

Estoy convencido que si lees el argumento de esta película antes de verla pensarás que estás a punto de ver una película de sobremesa de los domingos, sin embargo, nada más lejos de la realidad, en realidad os recomiendo que no leáis el argumento (aparte de las pequeñas píldoras que os suelte aquí) sino que le "deis al play" y dejéis que la película os vaya seduciendo poco a poco. 

Lonergan, no solo dirige la película, sino que también interpreta a uno de los personajes secundarios y, además, es el responsable del impecable guión que desde el minuto 1 te hace meterte en la historia, en los personajes y te atrapa hasta el punto que te sientes muy cerca de ellos y ni la mayor tecnología 3D puede superar eso. Está claro que esto ha sido posible, en gran parte, al magnífico trabajo que ha llevado a cabo este elenco de lujo para esta sencilla obra. 

Laura Linney interpreta a Sammy, una mujer a la que la vida no se le ha puesto fácil pero que a pesar de todo ello sigue adelante y afronta los retos que le pone la vida con absoluta entereza.

Mark Ruffalo, interpreta a Terry, el hermano de Sammy que vuelve a su pueblo natal después de un largo tiempo. Estamos ante una de sus primeras películas, gracias a interpretaciones como esta ahora es uno de los actores más valorados de Hollywood. 

Rory Culkin, hermano pequeño de Macaulay y Kieran Culkin, hace un papel increíble interpretando a Rudy, hijo de Sammy y sobrino de Terry que tiene que enfrentarse a la realidad que le rodea a pesar de su corta edad y que poco a poco, junto con la ayuda de su tío se irá acercando a la realidad.  

Kenneth Lonergan, director de lejos de querer darse protagonismo, aparece de manera discreta en la historia, representando un personaje que aunque aparentemente es secundario, es importante en cuanto a lo que representa para Sammy. 

Finalmente, hay que destacar el papel de Matthew Broderick, que interpreta a Brian, el jefe de Sammy, un personaje mucho más complejo e interesante de los que habitualmente interpreta en otros filmes más comerciales y que sabe defender con dignidad. 

Aunque sea de esas películas que "no tienen un gran final", o de esas en las que "no ocurre nada", confía y verás que es de esas películas que te hacen empatizar con los personajes y entender sus puntos de vista de unos y otros, incluso más cuando sean totalmente contrapuestos. Es de esas películas que disfrutas el recorrido y no a dónde te llevan, cuando llegas al final piensas ¿ya?, pero no importa porque luego se queda contigo un buen rato. 

Os dejo una de mis escenas favoritas de la película, es momento en que Terry (Mark Ruffalo) llega de fiesta y despierta a su sobrino y tiene con él una conversación con él con un nivel de franqueza que rompe todos los esquemas del rol que se espera que ejerza como tío, sino que se acerca a él como un verdadero amigo. 

Espero que tú tampoco te canses de ver esta película ;)